Aunque ni Podemos ni Ciudadanos han tenido una eclosión espectacular, han alterado lo suficiente el panorama para que muchas cosas hayan cambiado tras las elecciones municipales y autonómicas. Por lo pronto la alcaldía de las cinco primeras ciudades españolas puede cambiar de signo, y sólo en uno de esos casos -Sevilla- es a favor de un partido tradicional. A través de convergencias y pactos, pero puede haber alcaldías más a la izquierda de los socialistas en Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza.
el PSOE recupera Castilla-La Mancha y Extremadura, al tiempo que conquista la plaza de la Comunidad Valenciana y mantiene Asturias. El PP salva los muebles en la plaza de la Comunidad de Madrid, y mantiene la bandera en Castilla-León, La Rioja o Murcia. Navarra, Cantabria, Canarias y Baleares escapan al control de los tradicionales.
1. España en clave de Sol: las réplicas del terremoto de aquel lejano 15M se empezaron a sentir en las europeas y se han extendido en las autonómicas y municipales. No tanto por Podemos en sí, sino por la agitación a izquierda y derecha lejos de los partidos tradicionales, especialmente entre los más jóvenes y en entornos urbanos. Y esa es una clara señal de alarma para los partidos tradicionales.
2. Las primeras elecciones de la 'nueva política' demuestran que no hay nada absoluto, al menos en lo que a las mayorías se refiere. El PP gana los partidos, pero no las eliminatorias: es la lista más votada y puede no gobernar en Madrid, Valencia o Sevilla, así como en la Comunidad Valenciana o Aragón. Casi en ningún rincón del país se puede gobernar con mayoría.
3. Como consecuencia, todo será cuestión de pactar. Eso ralentizará la toma de decisiones en las instituciones pero, a la vez, será una oportunidad de madurez democrática donde el diálogo tendrá que ser obligatorio. Pero cuidado con hacer cuentas de pactos: Podemos y Ciudadanos se cuidarán mucho de acuerdos que puedan comprometerles antes de las generales. Aún deben demostrar que son más que un estado de ánimo pasajero
4. De momento la izquierda gana a la derecha (aunque el PSOE no al PP), pero depende de pactos a tres, cuatro o cinco bandas que pueden acabar estallando en su contra. Cuidado con la estabilidad de las 'convergencias' y los acuerdos, que no es lo mismo hacer oposición que gestionar las victorias.
5. El bipartidismo sigue sin morirse tras conseguir más de la mitad de los votos... aunque teniendo en cuenta que Podemos y Ciudadanos no han ido a todos los municipios. En las generales el mapa puede sufrir cambios hacia uno u otro lado. Del bipartidismo se está pasando al tetrapartidismo
6. En apenas un año un movimiento social ha cristalizado y ha desplazado a los grandes en Madrid y Barcelona. Eso, en una democracia tan inmovilista como la nuestra, da que pensar. Sobre todo, en los riesgos de lo rápido que fuerzas sin estructura han podido conseguir algo así y, claro, por qué ha sucedido todo eso.
7. Noche de mujeres, ganadoras y perdedoras: ganan Manuela Carmena en Madrid, Ada Colau en Barcelona y Mónica Oltra en Valencia, pierden Esperanza Aguirre y Rita Barberá.
8. Se dice que Rajoy aceptó a Aguirre como candidata porque sabía que podía ganar. A ver si la aceptó porque sabía que podía perder, porque esta victoria que es derrota, unida al desgaste de su imagen por las últimas informaciones acerca de sus ingresos y patrimonio podrían hacer de verdad lo que ella escenificó hace unos años: retirarla de la vida política.
9. Rita, rota. La alcaldesa de Valencia, que ha visto desfilar por la Generalitat a Zaplana, Camps y Fabra, cae del trono de hierro. El lastre de la corrupción y la ruina de la ciudad ha acabado arrastrándola a ella tras dos décadas inmune a todo. A las tres de la mañana del domingo todavía había centenares de personas celebrándolo en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad.
10. De antisistema disfrazada, a alcaldesa. Ada Colau ha logrado superar a Xavier Trias y será la próxima alcaldesa de Barcelona. Impulsada en política por su protagonismo como líder antidesahucios, ha sabido foguearse en las tertulias televisivas (donde ha tenido que oír hasta descalificaciones personales) y ha logrado tejerse una red de apoyos en la tupida y diversa izquierda ecologista catalana. Una advertencia social en el corazón nacionalista de Cataluña.
11. Podemos (y derivados), pese a no presentarse en todas las listas, obtiene buenos resultados buenos (en Madrid, Zaragoza o A Coruña), potables (en Aragón) y malos (en Valencia). Sin ser del partido, Manuela Carmena es ya una baronesa autonómica. Está por ver que sepan capitanear las confluencias y erigirse como un gran polo a la izquierda de los socialistas
12. Ciudadanos, que tampoco se presentaba en todas las listas, logra hacer daño al PP en lugares como la Comunidad de Madrid y la Comunidad de Valencia, pero está lejos de ser determinante más allá de en enclaves concretos -aunque estratégicamente importantes-. Es el único partido que ha sabido colocarse en el centro del tablero político por lo que, aunque todos le den como pacto posible para el PP, podría acabar mirando hacia el PSOE. O hacia ninguno. Cualquiera de las opciones entrañan riesgos
13. IU y UPyD, han sido claves. Bueno, sus errores, que han aupado a Podemos y Ciudadanos. Casi desaparecen de todas las instituciones, volviéndose prácticamente irrelevantes. Está por ver que puedan sobrevivir al impacto económico de sus resultados, por no hablar del moral. Militantes y representantes de una y otra formación empezaban a revolverse contra sus compañeros en críticas que no deberían ir mucho más lejos que de sí mismos
14. Rosa Díez ha hecho esta noche lo que se esperaba que hiciera tras las andaluzas y lo que quizá tuvo que haber hecho cuando las voces que pedían converger con Ciudadanos empezaron a ser ensordecedoras:
la madre de UPyD no dimite, pero no repetirá. Con ella llegó el partido y
con ella ha quedado herido de muerte.
15. En un tiempo en el que
las siglas están en entredicho no vale cualquier candidato: en Madrid capital, Gabilondo se merienda a Carmona (416.078 a 249.152 votos), mientras Cifuentes superaba a Aguirre en su feudo (563.292 a 559.714) con los escrutinios al 99,8% y 100%, respectivamente
16. El PSOE no gana en ninguna gran capital: terceros en Madrid, quintos en Barcelona, cuartos en Valencia, segundos en Sevilla, terceros en Zaragoza. Lo que hubiera sido una debacle tiempo atrás hoy puede leerse como una señal de resistencia, a la espera de las generales
17. Cambios en los equilibrios internos del PSOE, más allá de los dos líderes. Emergen el extremeño Fernández Vara, el castellano Emiliano García-Page, el valenciano Ximo Puig y el asturiano Javier Fernández. Gabilondo, apuesta de Pedro Sánchez, mejora los resultados de Tomás Gómez (en votos, aunque no en porcentaje). Punto para el líder socialista, pero quizá no sea suficiente como para calmar las aguas internas en Madrid.
18. Los socialistas aguantan las buenas cifras en Andalucía y
pueden gobernar en Sevilla. El derrumbe municipal del PP en la autonomía completa el terremoto de las autonómicas. Punto de partido (nunca mejor dicho) para Susana Díaz, que posiblemente le baste para conseguir -ahora sí- su investidura.
19. Las autonómicas andaluzas fortalecieron a Susana Díez, y su investidura inconclusa le frenó; ahora las municipales refuerzan de nuevo a la presidenta socialista ¿Y Pedro Sánchez? En compás de espera: se anota varios puntos en estas autonómicas (recupera la Comunidad Valenciana, Castilla - La Mancha y Extremadura al tiempo que conserva Asturias), aunque no en las municipales, y consigue los peores resultados históricos del partido. Sin embargo la política no es tanto cosa de números como de sensaciones, y si acaso sale reforzado de cara a las generales a expensas de lo que den de sí los pactos
20. El PP podría perder sus dos bastiones históricos, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana, y los que le arrebató al PSOE, Extremadura y Castilla-La Mancha. Además, sufre una debacle importante en las capitales andaluzas (no siempre, eso sí, por el PSOE: en Cádiz es Podemos quien lidera la oposición)
21. Cambios en los equilibrios internos del PP: urge la renovación para las generales ante la caída de viejos referentes (Aguirre, Barberá, Cospedal, Monago, Rudi, Zoido). Cifuentes, de las pocas figuras que salen victoriosas, suena como pilar futuro en la renovación del partido. Rajoy cada vez está más cerca de convertirse en
el primer 'one-term' español, habiendo agotado ya las armas de la "herencia recibida" y tras comprobar que esconderse de la prensa y la opinión pública no le da os réditos de antaño.
22. La secretaria de organización del PP posiblemente se enfrente a su peor momento. En pocos años pasó de llegar a la primera página política de la mano de Aguirre en Madrid, a ser ungida por Rajoy al frente del partido primero y a conquistar la plaza de Castilla-La Mancha para su partido. Y, desde entonces, todo cuesta abajo: desde las disputas internas con pesos pesados como Javier Arenas o la vicepresidenta Sáenz de Santamaría al incómodo papelón del 'caso Bárcenas'. Con aires de cambio en el PP y sin la protección de ser una baronesa autonómica su futuro se ensombrece
23. Los ciudadanos se hartan de políticos polémicos, con dos símbolos: León de la Riva pierde la mayoría en Valladolid y Rus se derrumba en Xàtiva. Otros, sin embargo, resisten: en Galicia 14 imputados ganan por mayoría absoluta.
24. Al norte EH Bildu pierde su feudo de San Sebastián: pasan de primera a tercera fuerza. Pero, a la vez, será la segunda en Bilbao, Vitoria y Pamplona, y tercera en Navarra. En la Comunidad Foral la cosa está tan rara que no gana la fuerza ganadora, si no la segunda. Al final ha sido Geroa Bai, de Uxue Barkos, que podría gobernar en coalición. El PSOE, que pudo gobernar dos veces, acaba como quinta fuerza.