lunes, 29 de abril de 2013

Me voy a trabajar a EEUU: ¿Y ahora qué?

El contrato de empleo y el visado son trámites más complicados de lo que parecen. Debe cuidar los detalles.

Las cifras hablan por sí solas: durante la última década, la comunidad española es la que más ha crecido en EEUU en términos porcentuales. En 2000 había 101.035 españoles al otro lado del charco. Diez años después, la cifra se multiplicaba por seis hasta los 635.253. En Nueva York, según datos del Consulado, el número de españoles registrados ha pasado de menos de 20.000 a comienzos de siglo a más de 27.000 actualmente.

No sólo la crisis explica este auge. Hacer las Américas siempre ha sido una experiencia única para los ejecutivos. Y la internacionalización de las empresas ha abierto el abanico de oportunidades, pues las compañías necesitan directivos donde tienen intereses.

Pero mudarse a EEUU también puede ser un dolor de cabeza si no se siguen los pasos adecuados. Es tan importante ser meticuloso al hacer los preparativos que una mala gestión puede acabar denegándole el acceso durante años.

Tres opciones
Lo primero de todo es, obviamente, pensar qué trabajo se quiere realizar. Hay tres posibilidades: ser enviado por la propia compañía, buscar un empleo en el país o lanzarse a la aventura de emprender.

La primera opción es la más sencilla, pues si su empresa le destina a EEUU ahorrará cientos de papeleos y, sobre todo, será más fácil la tramitación del visado. En esos casos, lo habitual es la visa L, que permite trasladar a empleados de empresas multinacionales a filiales en EEUU, y, además, da derecho al cónyuge a trabajar en el país. El requisito básico es que haya estado en la misma firma que le envía un periodo mínimo de 12 meses dentro de los últimos 3 años. Se trata de la visa mayoritaria, pero no la única, pues la gama es casi infinita. Para saber cuál es la suya, debe consultar con el Consulado de EEUU en Madrid.

La segunda posibilidad (buscar un empleo) requiere empezar a hacer los trámites en España. Uno no puede coger un avión, aterrizar en Boston y ponerse a echar currículum. Es obligatorio llegar ya con un contrato, lo que requiere que la empresa que le ficha le esponsorice. O, lo que es lo mismo, que pague un buen dineral. No es nada fácil, pues bajo la filosofía del país, para que un extranjero sea contratado se debe demostrar que ningún americano puede hacer ese trabajo mejor.

La última opción pasa por montar una empresa. En este caso, los trámites obligan a realizar una inversión sustancial en EEUU, generando empleo para ciudadanos americanos. La ley no estipula un mínimo de dinero o de empleados, pero los expertos recomiendan cifras en torno a los 250.000 dólares y 5 puestos de trabajo.

De esta primera aproximación, se puede extraer una conclusión: lo más importante es el visado. Y una vez conseguido, no dé nada por seguro. Si le despide la empresa con la que llegó al país, deberá regresar a España, pues el permiso va ligado al empleo. Y si va a EEUU como turista, en ningún caso tendrá permitido trabajar. Además, debe tener en cuenta que estos visados de estancia y empleo en el país se emiten con fecha de caducidad. La única opción de quedarse de forma permanente es conseguir la green card, que cuesta una media de 8.000 dólares. El precio es tan alto porque lo normal es contratar a un abogado.

Asesor fiscal
Con este trámite solucionado, llega el momento de organizar su economía. Si le paga la empresa desde España, deberá pactar si quiere su salario en euros o en dólares. En uno y otro caso, conviene abrirse una cuenta en un banco internacional para transferir fondos a tasas competitivas y no arruinarse. No olvide que para tener una cuenta en una entidad norteamericana, en ocasiones primero debe presentar el número de seguro social, que conseguirá en pocos días (si tiene un empleo).

En este punto, es muy recomendable contar con un asesor fiscal, máxime si se mantienen inmuebles o activos en España. EEUU, que además le obliga a informar de sus cuentas en el extranjero, tiene un sistema impositivo muy peculiar, que le puede costar duras penalizaciones si comete cualquier equivocación.

Vivienda
Debe tener en cuenta que en algunas grandes ciudades de EEUU el sistema no es similar al de España, donde hay propietarios privados que arriendan sus casas. En lugares como Nueva York, los edificios residenciales suelen pertenecer a colosos inmobiliarios, que imponen requisitos innegociables que le pueden llevar a pensar que es imposible alquilar. Lo importante es no desesperar y tener un buen colchón para adelantar varios meses a la inmobiliaria. Un detalle importante si su empresa le ayuda es que, aunque con excepciones, no se permite domiciliar el alquiler. Aunque suene anticuado, en la mayoría de los casos hay que hacer el desembolso con un cheque mensual.

Decidir la estancia
Con estas bases asentadas, no descuide ninguno de los gastos fijos, pues en las grandes ciudades de EEUU se disparan mucho los precios, como el de colegios o guarderías. No le extrañe si le piden 2.500 dólares mensuales. También las comidas, los aparcamientos o el teléfono tienen costes más elevados que en España.

En este punto, ya tan sólo necesita suerte. Y decidir cuánto tiempo alargará su estancia. Los expertos recomiendan entre 3 y 5 años, lo justo para encontrar un equilibrio entre la euforia de primerizo y la costumbre del arraigado que podría llevarle a un fuerte choque a su vuelta.

2 comentarios:

  1. ESPAÑOLITO DE A PIE-CON PROBLEMAS DE PARO29 de abril de 2013, 18:13

    SI ESTE GOBIERNO, FUERA DISTINTO AL MEDIOCRE Y MAL POLÍTICO ZAPATERO Y SE TOMARA EN SERIO LA REFORMA ADMINISTRATIVA Y ELIMINARA CON SU MAYORÍA ABSOLUTA LOS 17 TAIFAS, LOS 20.000 ASESORES DIGITALES,LAS 7.000 FUNDACIONES Y METIERA A LA CARCEL A LOS URDANGARINES, BARCENAS, RATOS ,ETC Y LO MÁS IMPORTANTE DEVOLVIERAN EL DINERO, QUIZAÁ NO SE HABLARIA DE SALIR FUERA, SINO SE QUIERE.

    PERO CLARO NO LES INTERESA A LOS PARTISOS , PUES SUS DIRIGENTES LOS LADRONES , LOS ASESORES, LOS DIPUTADOS, ETC. ETC.

    ASI QUE VAN HACERLO QUIE LES DA LA GANA.

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