El estudio ‘Productividad y Empresa Saludable’, ha sido realizado por el IESE por encargo del observatorio GO fit y patrocinado por Adecco. En él han participado empresas medianas, grandes y del Ibex 35 que potencian lo que GO fit llama ‘la fórmula naranja’ y que se sustenta sobre tres pilares fundamentales: actividad física, nutrición y descanso.
Según el análisis del estudio “Productividad y Empresa Saludable‟, en España actualmente “prima lo urgente sobre lo importante". Las empresas se olvidan de conceptos como la RSC o el Equilibrio vida laboral/vida personal. Piensan en la rentabilidad. Para ello exigen mayor productividad en sus plantillas”.
En Estados Unidos las empresas tienen décadas de experiencia en el desarrollo y puesta en marcha de iniciativas de fomento de hábitos saludables entre sus trabajadores. Numerosos estudios llevados allí a cabo demuestran que, además de tener efectos cualitativos como la mejora del clima laboral, de la satisfacción de los clientes y los trabajadores o el aumento del compromiso de la plantilla, estas acciones también consiguen un impacto cuantificable en la reducción del absentismo laboral y en el incremento de la productividad.
En España, sin embargo, este tipo de acciones suelen ser de carácter aislado y rara vez forman parte de una estrategia transversal que asegure su eficacia y su rentabilidad. Esta situación, que ya de por sí demuestra un claro retraso de este tipo de políticas en España respecto a otros países del primer mundo, ha empeorado con la crisis.
Con el fomento de estos hábitos, las empresas esperan reducir el absentismo, mejorar el clima laboral e incrementar el orgullo de pertenencia a las mismas. Tres objetivos que ya son una realidad en algunas empresas como Telefónica y Mahou-San Miguel, como han expuesto sus representantes en el acto celebrado en el auditorio Caixa Forum.
La práctica del ejercicio físico también tiene un componente emocional que une a quienes lo practican, así lo ha expuesto Margarita Álvarez Pérez de Zabalza, Directora de Marketing y Comunicación del Grupo Adecco, en una charla sobre deporte, solidaridad y recursos humanos, en la que ha explicado que la salud de los trabajadores y su aptitud para el trabajo están estrechamente vinculadas, y son factores clave para una mayor eficacia, competitividad y productividad.
Así, Margarita Álvarez Pérez de Zabalza ha utilizado el ejemplo de Adecco poniendo de manifiesto que cuando se cuida la parte emocional y el deporte de los empleados, ligándola con el compromiso social, se consigue involucrar a un mayor número de empleados haciendo además, que estos multipliquen su implicación un cien por cien.
Este estudio, deja claro que estas medidas de fomento de hábitos saludables tienen notable efecto a medio y largo plazo, asegura que “para que la empresa crezca con rentabilidad, hay que tomar medidas, previamente, con anticipación; cultivando el buen ambiente entre los empleados. Por supuesto que para ello se necesitan políticas que los mantengan ilusionados y productivos. Dentro de ellas están las prácticas que hacen de la empresa un lugar saludable en el que sus componentes pueden cuidar de su salud corporal, intelectual y espiritual”.
Es lo que se conoce como Empresa Saludable y que el estudio describe como ¨aquella que tiene entre sus objetivos ayudar a sus miembros a mantener un tono vital corporal y mental sano‟. Un enfoque global de la salud que en España las empresas aún no aplican.
En la actualidad, las empresas españolas centran principalmente sus esfuerzos en la prevención de enfermedades cardiovasculares y del cáncer (especialmente de colón y de próstata). Estos programas, aunque necesarios, no son suficientes. “Las empresas deben ser capaces de dar un salto cualitativo que sitúe la promoción de la salud de los empleados como línea de trabajo corporativa incluida en el plan estratégico”, explica el estudio.
Para que estas acciones tengan éxito, el estudio concluye que deben diseñarse como estrategias transversales, en las que se impliquen diferentes departamentos de la empresa centrados en tres pilares básicos: entrenamiento, nutrición y descanso.
Puesto que estas políticas tienen un coste elevado que se deben justificar en la empresa que las lleva a cabo, el estudio recuerda que el diseño del programa debe siempre incluir un plan de evaluación del impacto para medir la influencia y el retorno de la inversión de estas acciones.
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