Hay que desalojarlos por Miguel Lago

Estoy pensando seriamente en desengancharme de todo pero no puedo, en mirar para otro lado y convertirme en lo que ELLOS quieren, un ciudadano desencantado y desapegado de todo que cree que con no ir a votar ya nada le afecta, convertirme en uno de esos irresponsables egoístas que creen que si no forman parte del juego democrático tienen un escudo suficiente para decir que todo les da igual.

Es una postura egoísta y cómoda pero cada vez más comprensible, porque estoy a punto de firmarla, de convertir mi casa en una burbuja, de fichar en mi trabajo y salir a fumar si la conversación con mis amigos deriva en temas comprometidos, quizá a lo mejor hasta me deje barba, pero no puedo porque me pica mucho la cara cuando lo intento.

Y además me duele el corazón, me duele cada día más al ver que ELLOS han traicionado lo más elemental, que nos han vendido, que nos han maltratado sistemáticamente, que se ríen en nuestra cara, que se juntan es sus clubes elitistas a fumar puros, ajenos a la realidad de la calle, que no les importamos.

La vocación de servicio público es una falacia tan grande como la desvergüenza de nuestros dirigentes más empeñados en conservar los privilegios que les otorga su sillón que en ponerse en los zapatos del ciudadano y ya no puedo más.

DEJADME EN PAZ, dejadme soñar con que otra realidad es posible, tengo una edad suficiente para saber que la utopía es eso, utopía, pero todavía pocos años para conformarme con lo que ELLOS nos hacen, no puedo sentarme y ver cómo desmantelan lo que a mis abuelos y a mis padres les ha costado tanto construir, no aguanto más sus caras de autosuficiencia, su escasa o nula capacidad de autocrítica y el ver que para ELLOS todo vale.

Ya no se trata de votar un cambio, se trata de desalojar al criminal y encerrarlo, porque lo que ELLOS están haciendo es delictivo, no se puede maltratar a 50 millones de personas y quedar impune.

Ha llegado el momento de que la sangre nueva circule por las venas de nuestro país para eliminar el virus que nos está pudriendo, hay que darle una vuelta completa al sistema, y llegado este punto tengo una cosa clara NINGUNO DE LOS QUE SE POSTULA POR AHORA OFRECE SOLUCIONES sólo fotografían el problema, por ahora LOS PICAPIEDRA (Pedro y Pablo) describen perfectamente el agua mientras nos ahogamos, el primero quiere llegar en barco pero por ahora no lo tiene y el segundo cree que con decirnos que el agua sólo es agua ya aprenderemos a nadar, en lo que hacen esto se me cansan las piernas.

Espero de verdad que encuentren la solución y ojo, no es tirarme un salvavidas y que me apañe, tienen que sacarnos del agua, llevarnos a puerto, ponernos una manta y darnos chocolate caliente pero con una condición, cuando hayamos entrado en calor no vale con volver a casa, hay que seguir nadando.

Fuente: http://www.miguellago.com/