El pasado día llegó a mis oídos una información muy inquietante a la que no dí crédito hasta no investigar y ver que, efectivamente, era totalemente cierta. Resulta que nuestros “ilustres” políticos viendo la que se les viene encima con la crisis, tardaron poco en reformar la ley electoral mediante la Ley Orgánica 2/2011 que levanta aun más barreras a cualquier nueva opción política que pueda surgir de la sociedad civil.
Según se expresa en el propio artículo reformado, ahora artículo 169, apartado 3 cito: «Para presentar candidaturas, las agrupaciones de electores necesitarán, al menos, la firma del 1 % de los inscritos en el censo electoral de la circunscripción.
Los partidos, federaciones o coaliciones que no hubieran obtenido representación en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria de elecciones necesitarán la firma, al menos, del 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Ningún elector podrá prestar su firma a más de una candidatura.»
Así pues, los muros alrededor de la “Casa de los ciudadanos” el Congreso de los Diputados y el Senado siguen creciendo como habéis podido daros cuenta. Y lo que es más grave, es que ningún medio de comunicación se haya hecho eco de este gravísimo atropello a la libertad de los ciudadanos de presentar opciones políticas alternativas a las ya existentes. Pero por otro lado, ya hemos visto que en el estado del bienestar, estos medios están más que nunca al servicio de la casta política y menos al servicio de sus lectores, los ciudadanos. Es lógico, se alimentan del estado y deben doblegarse ante él y ante quienes lo gestionan que ostentan el poder de cerrar el grifo de las subvenciones encubiertas llamadas publicidad institucional.
De hecho no es de extrañar que se les haya ocurrido este nuevo artificio “legal” liberticida, son expertos en crear y reformar leyes que cada vez cuesta más intrepretar y sobre todo comprender su aplicación y efectos en nuestras vidas. Tanto es así, que si nos fijamos en la fecha de publicación de la reforma, es un tanto curioso que la hayan publicado un sábado, el fatídico sábado 29 de enero de 2011 de aquí en adelante. Además no hay que olvidar el hecho de que nadie o casi nadie lee el BOE (Boletín Oficial del Estado) por lo engorroso del propio lenguaje usado, por la mal que está hecho el medio digital cuyo buscador interno está hecho con los pies, lógico desde la mentalidad estatal y sobre todo pensado, creo yo, adrede para que el ciudadano finalmente vencido desista en intentar enterarse de las decisiones de sus señorías… electas, decisiones que inevitablemente costeará con sus impuestos y tragará hasta que reviente.
Ahora más que nunca si decidimos unir nuestros esfuerzos por derrogar esta vergonzosa ley electoral debemos ser conscientes que tiene que venir en el mismo paquete con la exigencia de la reducción del poder del estado sobre nuestras vidas. Mientras el estado tenga tanto poder sobre nosotros, la reforma de la ley seguirá siendo una mera formalidad, que sí, le otorgaría la decisión mediante referéndum a los ciudadanos.
Pero es más importante el qué frente al cómo votar.
Y NUNCA, repito NUNCA, los referéndums deberán aplicarse para todas aquellas decisiones que afecten el ámbito privado de cada ciudadano. La sociedad, organizada en estados o en otras nuevas formas organizativas que se nos ocurran de aquí en adelante, está compuesta por individuos, por personas de carne y hueso, por ciudadanos, no por pueblos, por intereses generales, interés común, nación. Y como la menor de las minorías a ese individuo debemos protegerle del atropello de sus derechos individuales. Y cómo hasta ahora nadie parecía fijarse en la pieza clave que mueve realmente el engranaje de nuestra sociedad, EL INDIVIDUO, hemos tenido que armarnos de valor y poner en marcha unos cuantos el primero proyecto político que nace con vocación no de vivir del estado y por tanto del esfuerzo de los ciudadanos que lo conforman él, sino todo lo contrario.
Fuente: http://www.roxananicula.com
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