Ir a trabajar, hacer la compra, llevar a los niños al cole, hacer deporte…El día a día nos puede llevar a convertir nuestra rutina en un estrés por intentar conciliar nuestra vida personal con la laboral. Llega el verano y pasamos una parte de nuestro tiempo pensando en dónde nos gustaría ir de vacaciones, buscando sitios. Cuando ya lo tenemos, contamos los días que nos faltan para irnos y resulta que cuando estamos allí no nos despegamos ni de la blackberry, ni del portátil, ni del ipad.
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¿Te vas con el portátil a la piscina? ¿No eres capaz de dejar la blackberry ni para ir a la playa?, en definitiva, ¿No eres capaz de desconectar de tu trabajo?
Según un estudio de Randstad, un 51% de los empleados piensa en el trabajo durante sus vacaciones. Desde 2009 esta cifra ha ido creciendo progresivamente, aumentando en casi un 20%. Según un estudio de la misma empresa, en 2010, el dato era del 36%. Parece ser que esto viene provocado en gran parte por el estrés provocado por la crisis y el incertidumbre que ésta causa en los empleados. El 8% utiliza la tecnología para estar al día de su trabajo durante las vacaciones y un 15% sigue pendiente de las llamadas de la oficina.
Es importante tomar conciencia de que tenemos que desconectar y descansar en nuestras vacaciones. A la vuelta nos esperan retos para cumplir con los objetivos del año y será menos duro si volvemos relajados y con energía renovada. Para conseguirlo se requiere un esfuerzo previo: planificar y trabajar para delegar en compañeros y colaboradores que a su vez se apoyarán en nosotros cuando llegue su ansiado momento (Rita González, responsable de RRHH en Randstad).
Está claro que si no descansamos y desconectamos, no conseguiremos coger fuerzas. Veamos qué podemos hacer para irnos de vacaciones con los deberes hechos y no tener esa sensación de dejar trabajo pendiente y así poder tener nuestra mente centrada en las vacaciones y no en la oficina:
- Delega las tareas más importantes. Sabemos que delegar, para muchas personas no es tarea fácil, pero aprender a hacerlo y hacerlo bien, te dará mucha tranquilidad para que te puedas ir plácidamente. Hace poco publicábamos un artículo sobre el tema: decide qué vas a delegar, elige a la persona adecuada y explícale bien el proyecto. Reúnete con tu equipo o compañeros para ver qué tareas se quedan pendientes y quiénes pueden ser las personas de contacto en cada caso.
- Planifica. No se trata sólo de “pasar los trastos” a otra persona. Pon fechas reales e incluye también lo que no se hará durante tu ausencia y por tanto te tocará hacer a la vuelta.
- Informa a clientes y proveedores de que te vas de vacaciones. Infórmales de quién será su persona de contacto mientras estés fuera. Con esto conseguirás que no te molesten y puedas disfrutar al máximo.
- No te conectes durante las vacaciones. Las nuevas tecnologías permiten que nos llevemos el trabajo a cualquier parte y como ya estamos metidos dentro de esa rutina, muchas veces “se nos va la mano” para echar un rápido vistazo a ver si todo va bien. No lo hagas. Si fuera absolutamente imprescindible hacerlo, ponte un horario corto, de forma que el resto del día puedas disfrutar de tu tiempo de ocio.
- Cambia tu rutina durante las vacaciones. Incluso aunque no vayas a ningún sitio, cambia los horarios, haz otras actividades.
- Se consciente del tiempo que necesitas para desconectar. Hay personas que necesitan un mes, otras 2 semanas. Se consciente de ello para planificar tus vacaciones.
Si sigues estos pasos, volverás con la mente y el cuerpo descansados y con energías renovadas para conseguir tus objetivos.
¿Consigues desconectar del trabajo en vacaciones o “estás enganchado”?
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