jueves, 17 de noviembre de 2011

LA CRISIS para Dummies

La crisis financiera explicada de manera sencilla

Heidi es la propietaria de un bar en Berlín,  que ha comprado con un préstamo bancario. Como es natural, quiere aumentar  las ventas, y decide permitir que sus clientes, la mayoría de los cuales son  alcohólicos en paro, beban hoy y paguen otro día. Va anotando en un cuaderno  todo lo que consumen cada uno de sus clientes. Esta es una manera como otra  cualquiera de concederles préstamos.
Nota: Pero en realidad, no le  entra en caja ningún dinero físico.

Muy pronto, gracias al boca a boca, el bar de  Heidi se empieza a llenar de más clientes.

 Como sus clientes no tienen que pagar al instante, Heidi decide aumentar los  beneficios subiendo el precio de la cerveza y del vino, que son las bebidas  que sus clientes consumen en mayor cantidad. El margen de beneficios aumenta  vertiginosamente.
Nota: Pero en realidad, es un margen de  beneficios virtual, ficticio; la caja sigue estando vacía de ingresos  contantes.

Un empleado del banco más cercano, muy  emprendedor, y que trabaja de director en la sección de servicio al cliente,  se da cuenta de que las deudas de los clientes del bar son activos de alto  valor, y decide aumentar la cantidad del préstamo a Heidi. El empleado del  banco no ve ninguna razón para preocuparse, ya que el préstamo bancario tiene  como base para su devolución las deudas de los clientes del bar.
Nota: ¿Vais pillando la dimensión del castillo de  naipes?

En las oficinas del banco los directivos  convierten estos activos bancarios en "bebida-bonos",  "alco-bonos" y "vomita-bonos" bancarios. Estos bonos  pasan a comercializarse y a cambiar de manos en el mercado financiero  internacional. Nadie comprende en realidad qué significan los nombres tan  raros de esos bonos; tampoco entienden qué garantía tienen estos bonos, ni  siquiera si tienen alguna garantía o no. Pero como los precios siguen subiendo  constantemente, el valor de los bonos sube también constantemente.
 Nota: El castillo de naipes crece y crece y no  para de crecer, pero todo es un camelo; no hay detrás solidez monetaria que  lo sustente. Todo son "bonos", es decir, papelitos que "representan"  tener valor siempre y cuando el castillo de naipes se sostenga.

Sin embargo, aunque los precios siguen  subiendo, un día un asesor de riesgos financieros que trabaja en el mismo  banco (asesor al que, por cierto, despiden pronto a causa de su pesimismo)  decide que ha llegado el momento de demandar a Heidi el pago de su préstamo  bancario; y Heidi, a su vez, exige a sus clientes el pago de las deudas  contraídas con el bar.
  Pero, claro está, los clientes no pueden pagar las deudas.
Nota: ¡¡¡Porque siguen sin tener  ni un céntimo!!! Han podido beber cada día en el bar porque "se  comprometían" a pagar sus deudas, pero el dinero físico no existe.

Heidi no puede devolver sus préstamos  bancarios y entra en bancarrota.
 Nota: Y Heidi pierde el bar.

Los "bebida-bonos" y los  "alco-bonos" sufren una caída de un 95% de su valor. Los  "vomito-bonos" van ligeramente mejor, ya que sólo caen un 80%.
  Las compañías que proveen al bar de Heidi, que le dieron largos plazos para  los pagos y que también adquirieron bonos cuando su precio empezó a subir, se  encuentran en una situación inédita. El proveedor de vinos entra en  bancarrota, y el proveedor de cerveza tiene que vender el negocio a otra  compañía de la competencia.
 Nota: Porque los proveedores de vinos y cervezas  también le fiaban a Heidi, creyendo que estaban seguros de que cobrarían con  creces al cabo del tiempo. Como no han podido cobrar dado que el dinero no  existe, la deuda de Heidi se los ha comido a ellos.


El gobierno interviene para salvar al banco, tras  conversaciones entre el presidente del gobierno y los líderes de los otros  partidos políticos.

  Para poder financiar el rescate del banco, el gobierno introduce un nuevo  impuesto muy elevado que pagarán los abstemios.
 Nota: Que es lo que de verdad ha pasado. Con los  impuestos de los ciudadanos inocentes, los gobiernos han tapado el agujero  financiero creado por la estupidez de los bancos.


Firmado: Un abstemio.....

1 comentario:

  1. EL ASTEMIO TONTO QUE NO BEBIA NI NARANJADAS18 de noviembre de 2011, 17:50

    Lo mejor de todo, que los más listos, bebieron gratis mientras duro el chollo.

    COMO LA VIDA MISMA

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