jueves, 18 de agosto de 2011

Confesiones de alto riesgo: “Si quieres ganar más que la media, tienes que quitárselo a alguien”

Se llama a Ray Dalio y ha construido la máquina más perfecta de las finanzas mundiales. Su hedge fund Bridgewater gana dinero cuando otros pierden, y la revista The New Yorker le ha calificado como “el hombre que ha levantado el fondo del alto riesgo más rico y más raro del mundo”.

Por ejemplo, el 2008, cuando la mayor parte de los fondos de inversión estaban perdiendo millones y se deterioraban en bolsa, Pure Alpha (un fondo de Bridgewater) creció en valor un 9% descontando las comisiones. Del año pasado, mejor no hablar: su valor se incrementó en un 45%.

¿La fortuna de Dalio? Digamos que el año pasado ganó unos 3.000 millones de dólares.
¿Cómo funciona la mente de este nuevo emperador de las finanzas?
En una norma muy simple basada en tres pilares: hay que ser brutalmente sinceros en los negocios, hay que pensar como millones de inversores y hay conocer dónde está el límite del riesgo.
Veamos la parte de la autocrítica. Cada mañana, Dalio y su equipo hacen unas reuniones llamadas “Qué pasa en el mundo”. Todos están obligados a dar su opinión de lo que sucede, no importa si choca con otras opiniones o les ponen en ridículo. Es más, tienen que desafiar otras opiniones y razonar las propias.


En esas duras reuniones se discute qué está haciendo ahora el Banco Central Europeo (comprando bonos de algún país de la UE, seguro), cuáles son las últimas cifras del paro en España o cómo va la reducción del déficit en EEUU.

“El mayor problema de la humanidad es que el ego no permite distinguir lo correcto o lo equivocado, o identificar cuáles son las fortalezas y debilidades de uno mismo”, dice Dalio, que disfruta de las discusiones que nacen en esas reuniones. ”Nuestro mayor valor [en Bridgewater] es que sabemos que no sabemos y por eso estamos dispuestos a equivocarnos y aprender”.

En segundo lugar, los analistas de Bridgewater no trabajan igual que otros. Por ejemplo, los fondos de alto riesgo suelen basar sus inversiones en los cálculos de los departamentos económicos o estadísticos. Esos cálculos, realizados por veteranos economistas, tratan de interpretar las políticas económicas de los gobiernos, los informes de los bancos de inversión, las cifras  de los institutos oficiales…
Dalio desprecia todo eso. Lo importante es conocer la psicología que impulsa en estos momentos a miles de personas a tomar una decisión inversora. ¿Comprarán o venderán? ¿Lo harán ahora o dentro de una semana? ¿Se decantarán por el oro o por bonos?

Y Dalio se adelanta a esas decisiones. El año pasado su fondo invirtió en bonos del Tesoro americano, en yenes y en oro, pero vendió bonos de países europeos.
Y en último lugar, buena parte de su éxito se basa en llegar al borde del precipicio pero no dar un paso más. ”La clave del éxito es imaginarse dónde está la frontera, y cómo me mantengo a una prudente distancia de ello”.

Como resultado, pocas veces le han pillado desprevenido. Predijo la crisis de 2007 y de 2008. Y de la crisis actual, quizá es mejor no escucharle. “Creo que a finales de 2012 o a principios de 2013 vamos a tener otro periodo difícil”.

Eso ha permitido a Bridgewater sobrevivir en medio de una selección natural donde luchaban más de 10.000 fondos de alto riesgo que movían dos billones de dólares.

De todas estas reflexiones, Dalio confeccionó una serie de “Principios” que cuelgan de su página web: normas que mezclan darwinismo y finanzas, y que según Dalio, le han hecho rico.  ”Todo funciona como una máquina. La naturaleza es una máquina. La familia es una máquina. El ciclo de la vida es como una máquina”. Su principal obsesión siempre ha sido conocer los mecanismos de esa máquina y aplicarlos a la inversión.
Dice que los fondos de alto riesgo fueron en parte causantes de la crisis de 2008 porque retiraron el dinero rápidamente de los bancos con problemas. Darwinismo financiero. Que mueran los débiles. “Me debo a mis clientes” dice. “Mi cometido es saber dónde hay riesgo y salir de allí”.

También reconoce que loshedge fund han creado un mundo financiero más desigual pues los salarios entre los traders estrellas y el resto de los ejecutivos ahora son profundamente más distantes que hace unas décadas.

Él lo achaca a un juego de suma cero: para que unos ganen mucho otros tienen que dejar de ganar mucho. “Si quieres ganar más dinero que la media del mercado, tienes que quitárselo a alguien”.
¿Un depredador de los negocios? Puede ser, pero bastante raro, por cierto. Detesta demostrar su riqueza, tiene dos casas (la que habita normalmente y otra de vacaciones), le gusta el jazz, el rock y la caza, y hace poco se sumó a la campaña de Warren Buffett y Bill Gates de donar la mitad de su riqueza (Dalio tiene unos 6.000 millones de dólares según Forbes).

Además, no comienza el día sin hacer meditación trascendental y una vez escribió una carta abierta en la que decía: “Hemos aprendido que más allá de tener lo suficiente para vivir, tener más dinero, aunque es agradable, no es lo más importante”.

Por cierto, este hijo de italianos de 62 años se niega a que su empresa cotice en Bolsa porque piensa que si lo hace se iría a la porra. 

PD: podéis leer el extenso artículo de The New Yorker titulado “Dominando la máquina” y escrito por John Cassidy.  De ahí parte casi todo este post.

http://twitter.com/#!/ojomagico

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