domingo, 18 de septiembre de 2011

Los ciudadanos de países con impuestos progresivos son más felices


En Estados Unidos, en Francia y en Alemania está sucediendo algo inaudito: los más ricos están exigiendo a sus gobiernos que les obliguen a pagar más impuestos. En otras palabras, están pidiendo que se implemente un sistema de impuestos progresivos: cuanto más ganas, mayor es el porcentaje de impuestos que pagas.
El resultado no es sólo una mejor salud de las cuentas públicas sino más felicidad de los ciudadanos, según concluye un estudio realizado por la Universidad de Virginia a partir de la información procedente de 54 países: “Allí donde la política fiscal es más progresiva, los ciudadanos son más felices”, explica Shigehiro Oishi, autor del artículo que aparecerá publicado en la próxima edición de la revista ‘Psychological Science’.
El estudio analizó la relación entre la progresividad fiscal y la satisfacción personal que declararon las casi 60.000 personas encuestadas por Gallup en 2007. En esta popular encuesta la gente valora su satisfacción vital puntuando entre 1 (peor) y 10 (mejor vida posible) e incluyendo variables como su frecuencia en sonreír, sentirse tratado con respeto, la tristeza, la limpieza del aire o el acceso a alimentos de calidad.
Los hallazgos del estudio muestran una clara correlación entre progresividad de los impuestos y la satisfacción vital de los habitantes. Según Oishi, esa felicidad venía “explicada por un grado de satisfacción mayor con los bienes públicos, tales como la educación o el transporte público”. No obstante, avisa el estudio, el gasto público per se no redunda en un aumento automático de la felicidad, sino más bien al revés: EEUU gasta más dinero en educación o en salud que otros países desarrollados pero su posición internacional en estos campos es más bien discreta, advierte Oishi.
¿Y España? Aunque aún no se han hecho públicos los datos detallados del estudio podemos acceder a la fuente original: la encuesta Gallup. En ella España aparece como uno de los países menos felices de Europa, el 17 de 21, sólo por delante de Grecia y Francia. En la clasificación general España ocupa el puesto número 43.
¿Cuán progresiva es la fiscalidad española? Según un celebrado análisis de Nacho Escolar, en España los impuestos son progresivos pero al revés: “cuanto más tienes, menos pagas”: “un empleado paga el 43% de sus ingresos en forma de impuestos, un empresario el 30% de sus beneficios y los muy ricos, un 1% a través de una SICAV”. Según los datos de Hacienda, los contribuyentes que superan los 60.000 euros anuales suponen el 3,8% del total (735.425 personas) y aportan el 36,8% de lo que recauda el IRPF.
En un interesante artículo sobre el particular, publicado recientemente por El País, se comprueba que los impuestos progresivos están en reflujo, tanto en España como en el resto de Europa (salvo en Reino Unido, Francia y Portugal). El tipo máximo en nuestro país pasó de un máximo del 56% en 1995 al 45,8% actual. Pero estamos hablando exclusivamente de asalariados, claro. La madre del cordero son los impuestos sobre el patrimonio, los beneficios empresariales y las herencias

No hay comentarios:

Publicar un comentario