La economía española se contrajo un 4,2% en tasa interanual en el segundo trimestre del año y un 1,1% en tasa intertrimestral, superando en ambos casos en un décima lo avanzado por el INE el pasado 14 de agosto, según confirmó hoy dicho organismo. Este es un dato muy relevante para demostrar que realmente estamos pasando por una crisis financiera.
En una breve explicación sobre qué es el PIB: El Producto Interno Bruto, Producto Interior Bruto (PIB) o Producto Bruto Interno (PBI) es el valor monetario total de la producción corriente de bienes y servicios de un país durante un período (normalmente es un trimestre o un año). El PIB es una magnitud de flujo, pues contabiliza sólo los bienes y servicios producidos durante la etapa de estudio. Además el PIB no contabiliza los bienes o servicios que son fruto del trabajo informal (trabajo doméstico, intercambios de servicios entre conocidos, etc.).
De esta forma, la tasa internual supone el peor registro en un trimestre desde 1970, cuando el INE empezó a realizar las estadíticas de Contabilidad Nacional.
Entre abril y junio la inversión cayó un 17% con respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el consumo de los hogares retrocedió el 5,9%.
La poca demanda de bienes de equipo, debida al pulso débil de la producción industrial o de la importación de este tipo de bienes, hace que este apartado de la inversión sea el peor parado, con una caída del 28,9%.
Ambos resultados superan lo avanzado por el INE
En menor medida cae la inversión en construcción, con una bajada del 12%, en un trimestre en el que la obra en infraestructuras creció el 1,2%, aunque la inversión en vivienda cayó el 25,5%.
En el análisis de la demanda externa, que aportó 3,1 puntos al crecimiento, el INE recuerda que tanto las importaciones como las exportaciones decrecieron, aunque en menor medida que en el primer trimestre.
Así, las exportaciones desaceleraron algo su caída al bajar el 15,7% (frente al 17,6% del primer trimestre), debido a la mejor evolución de la demanda interna en los países a los que más vende España sus productos, especialmente la Unión Europea.
Mientras, las importaciones se contrajeron el 22,3%, seis décimas menos que en el primer trimestre.
En ambos casos se aprecian mejoras en el comercio exterior de bienes y servicios.
Por el lado de la oferta, la actividad siguió cayendo en todos los sectores, excepto en los servicios de no mercado, que subieron el 3,2%.
La mayor caída la registra la industria, con un retroceso en su actividad del 18,1%, seguida del sector energético, que cayó el 9,7%, la construcción (-6%), los servicios de mercado (-2,3%) y la agricultura y pesca (-1%).
La mayor caída del empleo la siguió registrando la construcción, con un retroceso del 25,3%, seguida de las ramas industriales y energéticas, donde los puestos de trabajo se redujeron el 12,3%.
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