¿Sabe el IVA que tendrán los pañales ahora? ¿Y el pan o la leche? ¿O si sube el que grava el dinero que tiene el banco? ¿Y que se le detraerán unos 30 euros de su sueldo a partir del año que viene?... La confusión y el desconocimiento reinan en la calle ante los cambios en la fiscalidad anunciados por el Gobierno.
Una cosa son las ideas fuerza que Gobierno y oposición lanzan a la opinión pública, y otra, explicar con rigor por qué nos suben los impuestos, cómo y cuándo se aplica la subida y por cuánto tiempo. Si se pregunta por lo primero, se pueden oír opiniones del calibre de "esto va a provocar una revolución social", "es una sinvergonzonada", "no hay derecho", "no sé si va a ser suficiente para tapar el agujero económico que hay".
Falta información
Si se pregunta por lo segundo, queda bien claro que los ciudadanos, a los que en mayor o menor medida impactan esta reforma, saben muy poco acerca de ella: ni cuándo, ni cómo, ni porqué. Algo falla. Alguien no se está explicando bien. Algunos del Gobierno deberían tomar nota.
Por empezar con la medida que más dinero reportará a las arcas públicas, 5.700 millones de euros a razón de eliminar la deducción de 400 euros del IRPF (una promesa electoral de la campaña de 2008), los ciudadanos de la calle no aciertan a explicar en qué medida les afectará en su nómina mensual. Algunos desconocen por completo que esta desgavación puso entonces más dinero al mes en sus manos y que de la misma manera ahora se lo quitarán.
El cálculo arroja que será en unos 30 euros mensuales la cantidad que todos los perceptores de rendimientos por trabajo verán reflejada de menos en su sueldo mes a mes. Las respuestas son de lo más dispares: desde los que duplican esa cantidad a los que la dividen entre dos. La mayoría no sabe, no contesta. Y algunos autónomos tienen claro que si en su día no les benefició, ahora no les afecta.
¿Enero o julio?
Más delicado es hablar de la subida del IVA. En primer lugar, hay bastante confusión acerca de su entrada en vigor. ¿1 de enero de 2010 o 1 de julio? Es evidente que muchos han confundido la retirada de los 400 euros de deducción, efectiva en todo el ejercicio, lógicamente a partir del 1 de enero, con la subida del IVA que se ha dejado para el momento en el que el Ejecutivo prevé que la economía puede empezar a remontar, segunda mitad del año, es decir, 1 de julio.
Esta explicación ha calado en muy pocos, convencidos de que la subida de los tipos del IVA se hace efectiva en enero. Incluso se oye decir que aún no lo tienen claro desde el Gobierno: "No se ha informado de cuándo van a subir el IVA", sostienen. La mayoría desconoce cuándo empezarán a subir los precios.
Pero, ¿qué precios? Porque el IVA superreducido del 4% de productos de primera necesidad como el pan, la leche, los huevos, fruta y verdura, material escolar... se mantiene igual. Sin embargo, sube del 7 al 8% el tipo reducido de alimentos en general, animales destinados a consumo, asistencia sanitaria, hostelería, restauración y transporte de viajeros. Y hasta el 18% suben alcohol y tabaco, entre otros.
Subida indirecta
Pocos tienen claro este escenario de subida. La mayoría está convencida de que la cesta de la compra subirá, aunque esté sólo compuesta de leche, pan y huevos.
Más interesante es la opinión de unos pocos que, aunque tienen claro que el IVA de estos productos no varía, creen que irremediablemente lo hará de forma indirecta, ya que se terminarán repercutiendo las subidas de transporte y combustible para llevarlos del campo al mercado y de ahí a los supermercados.
Mayor desconocimiento hay del IVA de productos como los pañales. Muchos están convencidos de que se trata de un producto de primera necesidad, aunque está gravado con el 16% y, a partir de julio, al 18%. Y no saben qué material escolar y medicamentos, por ejemplo, sí entran en ese grupo del 4%.
Salir a comer fuera
Por otra parte, y si comer fuera, ir al cine o viajar costará más caro, ¿cree que la subida de los precios afectará a este tipo de consumo de ocio? Todos, en mayor o menor medida, así lo creen. La opinión generalizada es que con menos dinero en las manos, más restricción en el consumo.
"Los que no tengan otro remedio tendrán que recortar gastos, es de sentido común". "Está claro que muchos se van a pensar dos veces en qué se gastarán el dinero a partir de ahora", alegan. Pero hay opiniones para todos los gustos y algunos consideran que la gente seguirá gastando en ocio, "si no, esto será el suicidio".
Dinero ahorrado
Con todo, uno de los capítulos de la reforma que más desconocimiento genera entre los ciudadanos es el gravamen de las rentas de capital, a razón de un 19%, hasta los 6.000 euros de rendimiento; y de un 21%, el restante. Casi todos admiten no tener "un euro ahorrado en el banco" y por tanto desconocer el detalle de la medida, siquiera que ésta existe, según algunos.
Los más enterados tampoco saben precisar qué tramos de la renta y en qué porcentaje se ven afectados. Hay quien da una visión algo peculiar acerca de que "no hay que tener el dinero en el banco". E incluso algunos lo toman con sentido del humor: "¡Ojalá me afectase, significaría que tengo algún duro ahorrado!".
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