El Gobierno francés ha desvelado sus planes para elevar progresivamente hasta 2018 la edad mínima legal de jubilación desde los 60 años actuales hasta los 62 años, según confirmó el ministro de Trabajo galo, Eric Woerth.
Asimismo, el titular de la cartera de Trabajo anunció que el Ejecutivo también contempla ampliar el periodo de contribución a la seguridad social necesario para cobrar la pensión máxima hasta los 41 años y tres meses, frente a los 40 años y medio necesarios en la actualidad, lo que, en su opinión, permitirá a Francia alcanzar el equilibrio en las cuentas del sistema de pensiones.
"Resulta imprescindible salvaguardar nuestro sistema de pensiones, trabajar durante más tiempo es inevitable, no existen soluciones mágicas", dijo el ministro en rueda de prensa. "Todos nuestros socios europeos han tomado decisiones en esta línea, no podemos permanecer al margen", justificó.
No obstante, Woerth subrayó que estas medidas se aplicarán de manera gradual hasta 2018 con el objetivo de no alterar los planes de los trabajadores próximos a la jubilación.
Asimismo, el ministro de Trabajo recordó que, junto a estas medidas, también se contempla introducir nuevos impuestos a las rentas más elevadas así como a los ingresos de capital con los que se financiarán en parte las pensiones.
El proyecto de reforma del sistema de pensiones será examinado por el Consejo de Ministros el próximo 13 de julio, tras lo que será sometido a la aprobación del Parlamento en septiembre. Por su parte, los sindicatos galos ya han convocado una manifestación en contra de la propuesta para el próximo 24 de junio.
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