Durante y después de una recesión, la tasa de paro estructural de las economías tiende a aumentar. Sin embargo, la fuerte destrucción de empleo que se ha visto en España deja una pregunta en el aire: ¿había demasiados trabajadores en el sistema?
"Aunque no creo que sobraran trabajadores, evidentemente había sectores sobredimensionados, como la construcción. Si a esto le sumamos la precariedad del empleo y el crecimiento económico por encima del potencial que se ha dado en España en los últimos años, obtenemos una explicación a la destrucción de empleo que estamos viendo", explica José Luis Martínez, de Citi.
Eso sí, mientras algunos hacen una lectura muy oscura del futuro de los trabajadores, otros como José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, recuerdan que España es un caso históricamente positivo. "Entre mediados de los 90 y 2007, España ha creado alrededor de 8 millones de puestos de trabajo, más del 40% del empleo que se creó de media en los países de su entorno. Incluso con la abrupta destrucción de empleo que ha habido, aún hay 6 millones de ocupados más que en 1994".
Perfiles menos adaptados
En cualquier caso, en lo que sí coinciden los expertos es en que la crisis hará que aumente la tasa de paro estructural en las economías del entorno europeo, ya que "los trabajadores estaban adaptados a las necesidades productivas de la economía, que no son las mismas que las actuales", apunta Nekane Rodríguez, directora general de Creade, filial de Adecco experta en recolocación de trabajadores.
Además, las dificultades del escenario se han cobrado algunas víctimas inocentes. "Han cerrado muchas empresas que no deberían haberlo hecho, que eran eficientes, pero que han resultado ser más vulnerables a un entorno tan difícil como éste", recalca José Carlos Díez, que añade que la mayoría no vuelve a renacer, y si lo hace generalmente suele ser con otra actividad.
Pero lo más grave es que el renacer de este mercado suele ser un proceso muy lento, que exige unas condiciones concretas, como las reformas y una recuperación económica "a ritmo de crecimiento potencial durante mucho tiempo. Y la recuperación que se espera que haya durante el próximo año o dos años tendrá poca capacidad de regenerar empleo", augura José Luis Martínez.
Cambios necesarios
Los expertos señalan que el futuro del mercado de trabajo depende de reformas en diferentes planos. "Debe haber una combinación de cambios en la regulación y reorientación de las inversiones para lograr potenciar sectores de valor, como el manufacturero. En definitiva, hay que potenciar la flexibilidad de la producción. Habría además que analizar y reformar el sistema de contratos y el reparto de sueldos, y luchar contra la precariedad en el empleo", enumera Martínez.
Existe además la necesidad de revisar las barreras de entrada al mercado laboral, según Díez, puesto que son mínimas o nulas: "un empresario puede decidir si contrata a una persona por un día o por toda una vida".
En definitiva, se trata de ayudar a la población activa a mantener y encontrar trabajo más que "ayudarles a sobrevivir al paro, mediante la formación y la adaptación de sus perfiles para lograr que sean más empleables", recalca Nekane Rodríguez.
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